Vida útil - horas (h)
Durante esa vida útil, el 80% de las lámparas deben seguir funcionando y emitiendo el 80% de su flujo luminoso nominal.
La vida útil de los distintos tipos de productos de iluminación, como bombillas, luminarias, lámparas LED y lámparas de descarga de alta intensidad (HID), puede variar significativamente en función de diversos factores. A continuación se ofrece una visión general de la vida útil típica de estos productos de iluminación:
Bombillas incandescentes:
- Las bombillas incandescentes tienen una vida útil relativamente corta en comparación con otras tecnologías. Suelen durar entre 1.000 y 2.000 horas.
Lámparas fluorescentes compactas (CFL):
- Las CFL son más eficientes energéticamente que las bombillas incandescentes, pero tienen una vida útil moderada. La vida media de una CFL es de entre 8.000 y 10.000 horas.
Lámparas de diodos emisores de luz (LED):
- Las lámparas LED son conocidas por su longevidad y eficiencia energética. Las lámparas LED de alta calidad pueden durar entre 25.000 y 50.000 horas o más. Los productos LED de alta calidad pueden tener una vida útil de hasta 100.000 horas.
Luminarias:
- La vida útil de las luminarias puede variar mucho en función de la calidad de construcción y el uso. Las luminarias bien diseñadas y construidas pueden durar décadas, a menudo una vida útil similar a la de la fuente de luz que albergan.
Lámparas de descarga de alta intensidad (HID):
Las lámparas HID incluyen varios tipos, como las de halogenuros metálicos, sodio de alta presión y vapor de mercurio. Su vida útil puede variar de un tipo a otro:
- Lámparas de halogenuros metálicos: Suelen durar entre 6.000 y 20.000 horas.
- Lámparas de sodio de alta presión: Suelen durar entre 10.000 y 24.000 horas.
- Lámparas de vapor de mercurio: Suelen durar entre 10.000 y 24.000 horas.
Tubos fluorescentes (lámparas fluorescentes lineales):
- Tubos fluorescentes T8: Suelen durar entre 10.000 y 24.000 horas.
- Tubos fluorescentes T5: Suelen durar entre 20.000 y 30.000 horas.
- Tubos fluorescentes T12: Suelen durar entre 7.000 y 20.000 horas.
Es importante tener en cuenta que las duraciones mencionadas son medias aproximadas y pueden variar en función de factores como las condiciones de funcionamiento, los patrones de uso y la calidad del producto específico. Al comprar productos de iluminación, especialmente para aplicaciones comerciales o críticas, se recomienda consultar las especificaciones y garantías del fabricante para obtener información precisa sobre la vida útil prevista.